Hay momentos en los que te sientes insignificante,nada te sale bien, no le importas a nadie, bla bla bla y tu cerebro te ayuda en recordar todo lo malo de tu patetica existencia. justo en esos momentos el destino tiene preparado algo para ti, todo lo que baja tiene que subir y no hay mal que por bien no venga.
yo me sentia asi, sin nada que ofrecer, por lo que empeze a cerrar puertas que nisiquiera estaban ahi, hasta que una llamo mi atencion, lo unico que tenia que hacer para cruzar esta puerta pedia era ir y comprar discos de merengue, sali y fui a comprar los benditos discos con mi mamá, la tienda estaba cerrada. quizas la puerta queria reirse de mi. casi lo logro en vez de devolvernos derrotadas sin los discos a la casa mi mamá por el camino que habiamos venido decidio irse por otro a ver si encontrabamos otra tienda, y encontramos una..... que tambien estaba cerrada :) pero unos metros mas allá el destino entro en juego. y nos puso un saco de huesos en el camino. un saco de huesos con forma de perro.
un perro que ya casi desaparecia, que le tenia miedo a todo y que se hacia bolita frente a cualquier forma de amenaza, queriendo desaparecer. no lo pensamos dos veces y lo llevamos a la casa despues de un dia de mucho amor y mucho shampoo, encontramos un perrito mucho mas feliz y vivaz. que corre por el jardin y tiene la lengua mas rapida del oeste. lo unico que tenia para darle era amor, una caja una toalla y comida de perro que le robe a Loky. y eso fue todo lo que el necesitaba.
Para él, yo soy muy significante. y mi cerebro ya no se acuerda de lo malo. solo lo bueno.
Perry me hizo despertar. otra vez.
, espero no dormirme de nuevo.
domingo, 15 de agosto de 2010
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